ROMANCE INTERNÉTICO
Todo pareció real,
aunque fue gran fantasía
la historia de aquel amor,
lleno de melancolía.
Él se llamaba Roberto;
En Cartagena vivía
cuando por primera vez
conoció a la bella chica.
Raro su primer encuentro
por internéticas vías,
en un mundo de palabras
de extensión sútil y fina.
Como eran los dos poetas
y de tan bonita vida,
el destino los unió
en un chat de poesía.
Ella se le presentó;
a él le pareció tan linda,
pero no dijo su nombre
tampoco que era argentina.
Así empezó su amistad
con milagrosa alegría
y aunque, sí, los separó
la imponente lejanía.
Poco a poco él aprendió
que ella se llamaba Mía
y por la red misteriosa
unos e-mails le extendía.
Los poemas y secretos
que ellos bien se compartían
convirtió gran amistad
en inesperada dicha.
Ay,tan fuerte fue su amor,
una reunión querían.
Y después de siete meses,
ocurrió esta maravilla.
Pero desgraciadamente,
y aunque también lo querían,
pues, ellos tan tristemente
vieron que no se atraían.
La moraleja del cuento
y en cuanto a la poesía:
Los poetas que la escriben
con mucha pompa y rima,
no ven realidad;
prefieren la fantasía.
aunque fue gran fantasía
la historia de aquel amor,
lleno de melancolía.
Él se llamaba Roberto;
En Cartagena vivía
cuando por primera vez
conoció a la bella chica.
Raro su primer encuentro
por internéticas vías,
en un mundo de palabras
de extensión sútil y fina.
Como eran los dos poetas
y de tan bonita vida,
el destino los unió
en un chat de poesía.
Ella se le presentó;
a él le pareció tan linda,
pero no dijo su nombre
tampoco que era argentina.
Así empezó su amistad
con milagrosa alegría
y aunque, sí, los separó
la imponente lejanía.
Poco a poco él aprendió
que ella se llamaba Mía
y por la red misteriosa
unos e-mails le extendía.
Los poemas y secretos
que ellos bien se compartían
convirtió gran amistad
en inesperada dicha.
Ay,tan fuerte fue su amor,
una reunión querían.
Y después de siete meses,
ocurrió esta maravilla.
Pero desgraciadamente,
y aunque también lo querían,
pues, ellos tan tristemente
vieron que no se atraían.
La moraleja del cuento
y en cuanto a la poesía:
Los poetas que la escriben
con mucha pompa y rima,
no ven realidad;
prefieren la fantasía.
1 comentario
Manuela -
Te cuento cuál es mi firma digital en algunos foros:
Si los poetas practicasen más sexo, rimarían menos y mejor.
Eso sí, sobre todo, vivirían más.